Tulei

La escuela se ve desierta. Desde la entrada se percibe que lxs pibes le sacaron el cuerpo a las aulas. Es lunes pos electoral. Suele suceder que en el turno mañana no haya clases porque hay que ordenar y limpiar luego de la jornada cívica dominguera. Esta vez, en cambio, se pagó a lxs auxiliares para que hagan antes esta tarea y garantizar así el “normal desarrollo de las clases”. Pero lxs pibxs no acudieron a la cita, la mayor parte no hizo presencia. Quienes sí vinieron a mi clase habían estado en el establecimiento poniendo el voto pese a que, por su edad, no estaban obligadxs. Tanto entusiasmo cívico me resultó sospechoso.

No termino de firmar el libro y ya me preguntan a quién había votado. Les digo que en blanco y devuelvo la pregunta. Todxs me contestan que también habían votado en blanco. Me río y les pido que confiesen por qué votaron a Milei. Se arma el alboroto y cuentan que no lo dicen porque lxs profesorxs lxs maltratan. Les doy garantía de un juicio justo y se entregan. Declaran de manera casi unánime que “Milei es nuevo”, “que los otros son un desastre y que hay que probar otra cosa”, “Milei es divertido”, “dice lo que va a hacer”, “ya no se aguanta más”. Solo unx chicx, entre 11 “entrevistadxs”, dice que si gana Milei va a poder “elegir la educación” y que “con el voucher la plata va a ir para los estudiantes y los maestros y no para los políticos”. Otrx arriesga que “la economía va a estar mejor”. Sobre esto último me permito dudar y les digo que pagando la deuda al FMI lo más probable es que la pasemos mucho peor. Me doy cuenta que nadie tiene la experiencia vital de estar peor que ahora.

Estamos estudiando la Alegoría de la caverna de Platón y, a modo de ilustración, viendo The Truman show.  Enseguida sale el tema de que el protagonista vive en una caverna virtual, que está atrapado en un entorno mediático. Coincido y les hago la pregunta clásica platónica. ¿En qué se parece el prisionero (Truman) a nosotrxs? Me dicen que “vemos imágenes todo el día” aunque “sabemos que son imágenes a diferencia del prisionero”. Contraataco y pregunto si chequean el origen de las imágenes. Contestan que muy poco. La reflexión se interrumpe cuando un par me hace “bullying” por la dudosa calidad del dibujo de la caverna que hice en el pizarrón. Lo comparan con la imagen que encuentran googleando en el celular.

Me vuelvo pensando en las motivaciones del voto estudiantil a Milei. En la sala de profesorxs abunda el adjetivo fascista cuando se habla de esto. Sin embargo, en las justificaciones del voto aparecen mucho las dicotomías nuevo/viejo, divertido/aburrido que son clásicas del marketing y no de la política que suele estar más centrada en lo ideológico. Incluso los máximos elogios que reciben mis clases dicen que son “novedosas” o “divertidas”.

La política viene siendo formateada por lógicas marketineras. Se promocionan imágenes de candidatos, se esconden sus programas, se destacan sus personalidades, se desconocen las medidas que proponen, se dirigen más a lxs consumidores que a lxs ciudadanxs.

El péndulo del dominio capitalista parece estar corriéndose del Estado al Mercado. Por abajo, no aparecen alternativas claras al bloque de “la derecha y los derechos”. A excepción de la revuelta jujeña que (como la revolución) no fue televisada.

Un comentario sobre “Tulei

  1. Lo reaccionario es mágico para el clikbate, encima hasta en los celulares muy antiguos se puede usar Tiktok, y la respuesta clásica cuando les pregunto, chicos bajen Classroom (el peor método, porque estoy dando los datos de los pibes a un «monstruo», pero es lo que hay) que les paso la teoría por ahí, «no tengo espacio en el celu profe», es la respuesta clásica.
    En el comienzo del siglo pasado los anarquistas tenían como inversión prioritaria la imprenta, así poder combatir con esa herramienta que los grandes medíos tenían a su antojo, pero ahora la política partidaria perdió la vista que la nueva herramienta está en los mass media y eso solo lo usa la Derecha o Ultraderecha como unos campeones.
    Muy buen artículo Patricio!!

    Me gusta

Deja un comentario